miércoles, 6 de noviembre de 2013

COMUNICADO

Bogotá, 28 de Octubre de 2013
EL ESPECTADOR
Editorial

Cordial saludo,
Con interés y preocupación hemos leído atentamente el editorial del día 27 de octubre, titulado “LO QUE NOS FALTABA” en el que hace referencia al lamentable suceso en la vereda Potosí de Cajamarca, Tolima, hecho que repudiamos en un comunicado el día sábado 26 de Octubre por considerar que éste tipo de actos afectan especialmente el derecho de las comunidades campesinas a decidir sobre sus territorios.

El editorial en mención, pretende proponer una reflexión que saludamos, acerca de como se viene desarrollando la gestión ambiental: “ los tres últimos gobiernos no han apreciado y (que), por el contrario han contribuido cada uno a debilitar, en lo que parecería un acuerdo tácito: la necesidad de que las autoridades ambientales contribuyan de manera decidida, no sólo a regular el uso de la tierra - el llamado ordenamiento ambiental del territorio - sino que más que eso sean artífices de la construcción de acuerdos legítimos que expresan un equilibrio entre el interés privado y colectivo, entre lo nacional y lo local”, afirmación que coincide con las reiteradas denuncias y demandas que tanto los pobladores del Tolima, como los de Huila, Santander, Cauca, Guajira, Chocó, Putumayo, Meta, Oriente Antioqueño, Quindío, Boyacá, por mencionar algunos de los casos más reconocidos, hemos elevado de todas las formas posibles, tanto por la vía institucional como por las llamadas vías de hecho: marchas, paros, plantones, mingas, encuentros, que en el editorial terminan siendo descalificadas, cuando a manera de corolario habla de ellas como las vías a las que “quienes sienten que los valores sociales y ambientales que están en juego en medio de las propuestas de crecimiento económico” recurren a “las manifestaciones violentas” en el marco de lo que a su juicio sería el primero de “los indicios extremos” que dan cuenta de un conflicto propio del siglo XXI: “la injusticia ambiental”.

Más adelante, pone a favor de sus argumentos una interpretación de los hechos ocurridos el día 25 de octubre del 2013 en Cajamarca, afirmando que puede estarse “incubando una nueva generación de terror” como respuesta a la “percepción de una locomotora minera que parte de Bogotá hacia la alta montaña,(…)”

Reconociendo el talante democrático del periódico que usted representa y en gracia de la discusión que propone, la Red de Comités Ambientales y Campesinos del Tolima se permite precisar lo siguiente:

1. Las comunidades campesinas y demás pobladores del Tolima estamos participando en todos los estudios que se están realizando para la delimitación de páramos y humedales y en general de ecosistemas estratégicos y no en pocos casos, el conocimiento de los campesinos ha suplido o complementado el desconocimiento del gobierno y de las autoridades sobre la riqueza y la función ambiental, social y patrimonial de nuestros territorios.

2. El Tolima, epicentro de la región central, es un territorio geoestratégicamente localizado, biodiverso, de alta riqueza hídrica marcada por las cuencas del Magdalena, el Coello y el Saldaña; que hace parte de la Reserva Forestal Central; que produce 853.893 toneladas de alimentos de ciclo semestral y 247.198 toneladas de alimentos de ciclo permanente (Cifras del Ministerio de Agricultura 2011); que geológicamente está atravesado por la Falla de Ibagué que es una de las fallas calificadas de mayor amenaza sísmica junto con el Volcán Machín; todas éstas características sociales y ambientales no han sido consideradas por el Plan de Desarrollo Nacional.

3. Creemos que la “injusticia ambiental” a la que usted se refiere es parte de los conflictos territoriales que le han costado al movimiento social, a los campesinos, a los indígenas, a los afrocolombianos y en general a todas y todos los colombianos una verdadera historia de terror con miles de muertos, desplazados, desaparecidos…despojados del territorio.

4. Es frente a la estigmatización y criminalización de la protesta social que se viene ensañando con las comunidades y de nuestros derechos colectivos y ambientales, que nos preocupa se sugiera que se está incubando una “nueva generación de terror”.

Creemos que la construcción de un “acuerdo social sobre el territorio” en el Tolima pasa por:
  • Aplicar el “principio de precaución” de manera inmediata a todas las licencias, títulos y megaproyectos que se encuentren sobre, afecten o puedan afectar cuencas hidrográficas, reservas forestales, páramos, recarga de acuíferos, acuíferos y zonas productoras de alimentos.
  • Voluntad política real y efectiva para revisar todo el ordenamiento territorial de la región bajo criterios de sustentabilidad ambiental, autonomía alimentaria y vida digna de los pueblos.
  • Respeto sin ambigüedades, por el derecho de las comunidades a decidir sobre cómo quieren vivir en sus territorios y a la defensa del derecho de las generaciones futuras a un ambiente sano.

Estas han sido nuestras propuestas y creemos que a partir de ellas es posible lograr que las instituciones estén en la capacidad de entender y respetar la complejidad del país y del Tolima.

RED DE COMITÉS AMBIENTALES Y CAMPESINOS DEL TOLIMA.

comiteambientalendefensavida@gmail.com
comiteambientalbogota@gmail.com

0 comentarios:

Publicar un comentario