30 de Septiembre, 2013
El Cauca es el segundo departamento, después de Antioquia, con más títulos mineros en el país. La locomotora minera es una realidad, que en pocos meses llegará al departamento y lo que parecía un problema lejano en zonas montañosas del Macizo Colombiano, el Valle del Patía o la Costa Pacífica, ahora parece trasladarse al occidente de esta meseta, que hace parte del Nudo de Almaguer.
El debate para muchos es nuevo, a pesar de que otros departamentos del país son espejos retrovisores que dan cuenta de experiencias negativas de la minería a gran escala en sus territorios. Pese a ello, la indiferencia frente a este tema, ha reinado hasta en las propias instituciones del departamento del Cauca.
Tanto así, que apenas el pasado viernes 20 de septiembre la Corporación Autónoma Regional del Cauca (CRC), convocó a una reunión de carácter urgente a varias instituciones oficiales, como la Alcaldía, Gobernación, Contraloría, Procuraduría y la Policía Nacional, para analizar los efectos que está generando la minería ilegal en otros municipios del departamento. Ese día el director de la CRC, Luis Albeiro Villaquirán, también expresó su preocupación frente a la minería legal que tiene más de 400 mil hectáreas solicitadas en todo el Cauca. “No solo es la minería ilegal, también es la locomotora minera. Debemos prepararnos para lo que se viene”, puntualizó.
Pero del tema minero poco se conoce en Popayán. Para muchos es complejo debido a la escasa información que existe y la cual se ha negado a entregar la Agencia Nacional Minera. Sin embargo, El Nuevo Liberal conoció, a través de la página web de esta entidad, que serían 1997 hectáreas entre Popayán y Cajibío, las que se le otorgaron a la multinacional AngloGold Ashanti.
Así mismo, la multinacional tiene ocho solicitudes correspondientes a 24.720 hectáreas distribuidas entre la capital caucana, Cajibío y El Tambo. Mientras tanto, las hectáreas solicitadas por personas particulares y que se las dividen con la AngloGold suman un total de 9327.
Ahora bien, la pregunta es ¿dónde está ubicado el título y dónde las solicitudes que en un momento dado entrarían a generar conflictos sociales y ambientales en los municipios mencionados y principalmente en Popayán?
El título, tal como aparece en el mapa, está ubicado en la confluencia de la quebrada Las Pailas con el río Cauca, al occidente de Popayán, cubriendo parte de la vereda Las Mercedes y unas hectáreas de la vereda La Meseta.
Gran parte de las solicitudes también están en el occidente de la ciudad, rodeando los ríos Cauca, Palacé y Hondo, y cubriendo las veredas Los Cerrillos, El Tablón, El Charco, Cajete, Figueroa, San Rafael, Santa Rosa y Julumito. Y en este punto, sin duda, la sorpresa es que donde se haría el nuevo relleno sanitario, es decir en La Yunga, hay una amplia solitud de la multinacional para hacer minería en ese terreno. ver mapa
El resto de solicitudes, que corresponden a materiales de arrastre o de construcción, se riegan por la ciudad, prueba de que la locomotora minera, permeará a Popayán desde el centro hasta el occidente, y que incluso, podría estar muy cerca a afluentes como el río Las Piedras, fuente de agua de donde se abastece el acueducto municipal.
Entre las personas particulares que ostentan las solicitudes en la ciudad para explotar oro, están Marco Aurelio Rojas Viveros, Edgar Velásquez, Julio César Concha, Raúl Ordóñez Aragón y Jesús Arles Martínez.
Pero además existe un título que, según la información extraída de la página web de la Agencia Nacional Minera, aún no se ha definido cuál será su actividad. Este que corresponde a la empresa Coconucos, tiene concesionadas 13.632 hectáreas y está ubicado en los límites entre Popayán y el municipio de Puracé.
En ese sentido, el municipio de Popayán hoy no es ajeno a la arrolladora locomotora minera que se ve venir. Los puntos estratégicos ya están detectados por multinacionales como AngloGold Ashanti, y a diferencia de otras ciudades o departamentos, Popayán y el Cauca, aún son territorios vírgenes que no han sido puestos a prueba ante un fenómeno que en otras regiones ya ha dejado estragos ambientales.
Pero ante este panorama, ¿qué riesgos correría Popayán permitiendo explotar a gran escala oro u otros minerales, tan cerca a la población, y más aún, a zonas estratégicas para el desarrollo urbanístico y ambiental de la ciudad?
El Nuevo Liberal habló con varios ambientalistas expertos que analizan la importancia hídrica de Popayán y la inconveniencia de esta ciudad de utilizar la minería como motor de desarrollo.
Para Juan Carlos Maya, exdirector de la Corporación Autónoma Regional del Cauca, CRC, el municipio de Popayán no estaría en condiciones ambientales para resistir un impacto minero, pues asegura que la meseta desde hace 100 años, se ha visto sometida a un grave deterioro ambiental, que se ha traducido en la pérdida de su bosque primario, debido a actividades como la ganadería, la agricultura comercial o la expansión urbanística del municipio.
En ese sentido, si se le da rienda suelta a la locomotora minera para que explote la meseta, según el exdirector de la CRC, podría darse un desequilibrio en el manejo de las cuencas y subcuencas hidrográficas que existen “pues los recursos naturales están muy limitados y el recurso de agua es muy escaso en el municipio”, aseguró.
Sin embargo, eso no es todo. El río Cauca, con el cual se ha iniciado un proceso de descontaminación, se vería aún más afectado. Pues se conoce que para desarrollar la explotación minera a gran escala, se necesita grandes cantidades de agua para ser mezcladas con químicos, como cianuro o mercurio. Así, si se explotaran estos terrenos y se utilizan los ríos y quebradas aledañas para ello, las descargas de residuos mineros irían a parar al río Cauca, ya que todos los afluentes de esta zona desembocan en él.
Otra de las preguntas que surge, es que, si las ocho solicitudes se llegaran a convertir en títulos mineros para la AngloGold Ashanti ¿qué pasará con las personas que viven en esas veredas? ¿Tendrán que irse de sus territorios? El Geólogo y ambientalista, Julio Fierro, uno de los expertos que más sabe de minería en Colombia, reflexionó sobre este punto.
“Es decir que ¿La gente de la Sierra, Cauca, que tiene más del 60% del municipio titulado a multinacionales va a tener que irse? ¿La gente del Cesar que está con el 88% de su departamento titulado y solicitado, tendrá que abandonar sus tierras?” Y a renglón seguido dice: “¿Nos van a expropiar a todos los colombianos para que las empresas mineras puedan realizar su actividad? ¿Van a envenenar el agua, van a envenenar el suelo y además nos van a expropiar? “
Julio Fierro asegura que los colombianos tienen derecho a saber y decidir qué se quiere hacer con el territorio del país. “Este no es un país sin gente, este no es un país sin biodiversidad, este no es un país sin ecosistema”, concluye.
Juan Carlos Maya y Julio Fierro, coinciden en afirmar en que las autoridades locales deben actuar y decidir, sobre qué medidas y qué decisiones le convienen a los habitantes de estas zonas. Así las cosas, con esta alerta el municipio de Popayán y sus pobladores deberán decidir si se montan en el tren de la locomotora minera, o si dejan que la política impulsada desde el gobierno, los atropelle.
El Cauca, geografía delicada
La alta montaña intertropical, es decir, la alta montaña en Colombia, como el macizo, es mucho más vulnerable a los efectos del cambio climático que otros lugares, lo que según el geólogo Julio Fierro, le daría una connotación especial a territorios como Popayán, que hace parte del Macizo, para que se explote oro a gran escala en sus tierras.
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