Hija de Berta: “La empresa pagó a los sicarios que mataron a mi madre”
Por Lucía Villa. 23 de abril de 2016
Publicado en: 23 abril, 2016
MADRID. -No hace ni dos
meses que le arrebataron para siempre a su madre, pero Berta Zúñiga Cáceres,
hija de la reconocida líder indígena hondureña asesinada, responde amable y con
voz decidida desde el otro lado del teléfono. En sus palabras se advierte el
legado de su progenitora: “Las enseñanzas fundamentales de mi vida han […]
MADRID.
-No hace ni dos meses que le arrebataron para siempre a su madre, pero Berta
Zúñiga Cáceres, hija de la reconocida líder indígena hondureña
asesinada, responde amable y con voz
decidida desde el otro lado del teléfono. En sus palabras se advierte el legado
de su progenitora: “Las enseñanzas fundamentales de mi vida han estado bastante
influenciadas por ella”, reconoce. Es indudable, al menos, la herencia de su
espíritu de lucha. La búsqueda por la verdad y la justicia la ha
traído a ella y a otros miembros del Consejo Cívico de Organizaciones Populares
e Indígenas (COPINH) hasta Bruselas para reunirse con europarlamentarios y
representantes de la sociedad civil. Reclaman una investigación independiente
que arroje luz sobre el crimen de Berta y de otros miembros de la organización
que fueron también abatidos, pero advierte de que esa es una pelea que se suma
a las reclamaciones históricas del pueblo lenca, por las que murió su madre, y
a las que no tienen la más mínima intención de renunciar: la paralización del
proyecto hidroeléctrico de Aguazarca y la defensa de su territorio. Por eso
exige que se retire toda la financiación europea a la empresa hondureña DESA,
encargada de la obra y a quien responsabiliza de manera directa y sin pestañear
de lo sucedido.
Después de mes y medio del asesinato de su madre, el caso sigue bajo
secreto de sumario y sin avances. Ustedes desconfían de la investigación
oficial ¿Por qué?
Que se haya decretado en
secreto ya va en contra de la propia ley procesal penal de Honduras, que dice
que las víctimas tenemos derecho a participar activamente en el proceso de
investigación. Es algo que a nosotros se nos ha denegado. La institucionalidad
hondureña participó y ha sido cómplice y ha avalado a la empresa que nosotros
hemos señalado como la fuente principal de las amenazas. La institucionalidad
hondureña se confabuló abiertamente con la empresa en varios procesos.
Hay que saber que la impunidad
en nuestro país llega al 80%. Las autoridades hondureñas han hecho montajes en
asesinatos anteriormente. En nuestro caso, el proceso ya ha sufrido una serie
de irregularidades como la contaminación de la escena del crimen y que no se ha
dado copia de los testimonios a los testigos protegidos ni al testigo
principal, Gustavo Castro. Las líneas de investigación a las que se les ha dado
prioridad han sido: o un conflicto interno de la propia organización, o un
crimen pasional. El derecho internacional establece, obviamente, que cuando un
activista es asesinado, la primera línea de investigación a agotar es la que
tiene que ver con su trabajo. ¡Aquí la empresa fue investigada once días
después! Tuvieron todo el tiempo del mundo para eliminar pruebas.
¿Quién creen ustedes que son los responsables del crimen de Berta?
La empresa DESA fue la fuente
principal de las amenazas. Desde el año 2013 tenía un conflicto con la
organización y con Berta como coordinadora general, a la que criminalizó y
señaló en varias ocasiones, que ha pagado a sicarios en varias oportunidades
para matarla, que ha chantajeado y sobornado a las autoridades municipales,
judiciales y también a personas en las comunidades que participan rechazando el
proyecto. Señalamos como responsable a la empresa DESA (Desarrollos Energéticos
Sociedad Anónima) que fue financiada por el FMO (Banco de Desarrollo Holandés).
Esa es una de las razones por la que están hoy en Bruselas, para pedir que
se retire la financiación de estas entidades al proyecto de Aguazarca… ¿Qué
respuesta han tenido?
Nosotros queremos que se
cancele la financiación. Hemos tenido una recepción buena y conseguido el
compromiso de algunos parlamentarios en la búsqueda de justicia y en que se
cancelen estos préstamos.
También están reclamando una investigación independiente. ¿Creen que el
Gobierno terminará colaborando?
Ante la presión internacional
el Gobierno empezó a hacer varias cosas para desentenderse de nuestras demandas
sin hablar con nosotros. Pero ninguna de las instancias a las que ellos apelan
tiene el mandato para hacer una investigación del tipo que nosotros pedimos.
Quien lo tiene es la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. El Gobierno
ha evadido totalmente esta cuestión. La Comisión se reunió con el canciller de
la República pero este dijo que era mejor esperar a que se cerrara la
investigación.
¿Se sienten amenazados?
Bueno, el asesinato de mi mami
marca un antes y un después. Ella era una líder, una persona reconocida
nacional e internacionalmente, con premios importantes, y aún así fue
asesinada, lo que nos dice que en realidad ahora en Honduras puede pasar
cualquier cosa. Pero también yo creo que el objetivo de su asesinato, además de
intimidar y paralizar el movimiento social, era destruir a su organización, que
tenía una trayectoria importante y que incluso tenía procesos judiciales contra
cada uno de los proyectos hidroeléctricos en la región Lenca. No negamos que
hay una persecución, que la organización está siendo perseguida, vigilada, y
que uno de los objetivos era ese, destruir su organización, que era su proyecto
político.
Honduras es el país más peligroso para los defensores del medio ambiente,
donde se han disparado las cifras de activistas asesinados en los últimos años.
¿Cómo ha influido el golpe de Estado de 2009 en esta situación?
El Golpe de Estado es el punto
de inflexión en el que la historia de nuestro país empieza a cambiar y a ser
más represivo y más violento. Honduras tiene una de las tasas de muertes
violentas más altas del mundo y esto pasa justamente después del Golpe de
Estado que crea una situación de conflictividad en los territorios de las
comunidades indígenas y campesinas. Son asesinatos dirigidos a activistas,
defensores de la tierra y del tema de los bienes comunes. Yo creo que es evidente
cómo el golpe de Estado marca un antes y un después.
¿Qué papel está jugando EEUU?
Es ambiguo. La responsabilidad
de EEUU en el apoyo al golpe de Estado es evidente. Y el apoyo también a la
militarización del país, que han sido las fuerzas represivas que han cuidado
los intereses de las empresas privadas. Por otro lado han mostrado un fuerte
interés en apoyar una investigación sobre el asesinato de mi madre. Digamos que
el Departamento de Estado sí tiene una postura muy aliada a la del Gobierno de Honduras,
pero existe presión de la sociedad civil estadounidense y de algunos
parlamentarios estadounidenses que ya han criticado no sólo el asesinato, sino
los procedimientos que se están siguiendo en la investigación.
Hay quienes ven en su lucha una pelea por un pedazo de tierra. Su madre
defendía que se trataba de una lucha por los seres humanos y por la
supervivencia del planeta. ¿Qué significado tiene el río en su comunidad?
Yo creo que todos los
elementos que componen la territorialidad de los pueblos indígenas son muy
importantes porque hay una visión y un entendimiento y una relación distinta
que la del mundo occidental, que no puede entender cómo nos oponemos a
proyectos que ellos llaman de desarrollo sostenible. La instalación de estos
proyectos no afecta sólo al río, sino que significa el despojo territorial.
Acaparan territorios importantes y crean conflictos dentro de las comunidades.
Son empresas con dinero que pagan a las personas para ponerlas a favor del
proyecto. Incluso están vinculadas al sicariato, contratan personas para
asesinar. El tema del agua forma parte del hábitat funcional de los pueblos
indígenas. Y la funcionalidad es muy importante, pero también la sacralidad.
Las comunidades creen que en los ríos habitan espíritus. Al eliminarlos, se
crea un conflicto con la ancestralidad y la espiritualidad y eso es algo que no
entienden ni las empresas ni los bancos financiadores.
Usted va a seguir con la lucha que comenzó su madre. ¿Qué aprendió de ella?
De mi madre aprendí muchas
cosas. Ella nos enseñó a luchar desde siempre, no lo hacemos desde ahorita. Lo
hemos hecho siempre, una práctica constante y coherente que ella nos inculcó.
Desde su asesinato pretendemos continuar con más fuerza y tener una doble
lucha: por un lado la lucha histórica del pueblo Lenca y por otra la lucha en
la búsqueda de la justicia. Las enseñanzas fundamentales de mi vida han estado
bastante influenciadas por ella, pero el hecho de la coherencia entre lo que se
dice y se hace es algo fundamental que ella nos dejó, así como la búsqueda de
una justicia profunda y verdadera que va más allá de lo que la
institucionalidad hondureña nos pueda ofrecer. En este sentido nosotros no nos
vamos a conformar con que se investigue y se dé con los responsables del
asesinato, sino que vamos a luchar por parar los proyectos que han significado
la muerte de varias personas en nuestro país. Y esa es una lucha de toda la
vida, no es de un día para otro.
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