El enfrentamiento ayer entre el ejército y las FARC,en la vereda La Esperanza, en el corregimiento de Timba, municipio de Buenos Aires, deja claro varias cosas, entre ellas una, que ha sido un reclamo insistente de las comunidades: ningún actor armado en el territorio: recordemos que el ejército se ubicó en el polideportivo, a 10 metros de la primera casa del muicipio y a 100 metros del centro educativo, desde el 11 de abril. Alexánder Buesaquillo, consejal de este municipio, señaló que en varias ocasiones se había solicitado al Ejército la retirada de la vereda ya que acantonar en un lugar tan cerca de la población civil implica a todas luces un riesgo para las comunidades.
A nombre de operaciones de control territorial, justificadas por "la seguridad de la población civil" -como argumenta el general Mario Augusto Valencia, en El Espectador las confrontaciones se agudizan y quienes siempre pierden son las comunidades. Cómo señaló el alcalde de este municipio -Elías Larrahondo-, a este mismo diario: “Hago un llamado al Gobierno para que se acelere el proceso de paz. Esa
es la única esperanza para que cesen las hostilidades. A los habitantes
de Buenos Aires solo nos queda hacer resistencia social pacífica, no
tenemos otro camino, no tenemos para donde coger y no queremos irnos de
nuestra tierras”
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