lunes, 25 de febrero de 2013

LA MESA CIUDADANA LEVANTÓ LA VOZ PARA RECHAZAR LA MEGAMINERÍA


5 de Junio, Día Internacional del Medio Ambiente
5 Marcha Carnaval en defensa del Agua, la vida y la Soberanía   

COMITÉ AMBIENTAL EN DEFENSA DE LA VIDA. 


Por más que la AngloGold organizó una participación disciplinada y masiva de todos sus empleados, con el debido cálculo ventajoso, en el evento convocado por Cortolima, el pueblo del Tolima se levantó unitariamente en contra de la política minera del gobierno y de los intereses transnacionales. Nuevamente quedó claro que la resistencia de los defensores del medio ambiente y la vida no tiene color político, ni intereses particulares, ni diferenciación social, ni protagonismos individualistas.


En el evento se percibía un refrescante sabor a dignidad como espíritu de unión de la comunidad y de  sus organizaciones sociales, políticas, gremiales y étnicas, tanto  de Cajamarca, Piedras, Rovira, Murillo e Ibagué, como de otros municipios.

Por más que alguien dio la orden de cerrar las puertas de la Gobernación en plena jornada de atención al público, con la obvia intención de impedir el paso a muchos ciudadanos, que acudían a un llamado institucional para defender el futuro de sus hijos y la defensa de la tierra y la soberanía, se demostró que el poder radica en el pueblo como dice la Constitución Política.

La reacción de los asistentes  ante las palabras de quien representa los intereses del negocio minero, fue la que cualquier hombre o mujer,  con vergüenza nacional y con la claridad de que el agua y la biodiversidad no son mercancías,  pudiese haber tenido ante una propuesta ofensiva y moralmente inaceptable. Fue la expresión espontánea de un pueblo que ya no le come cuento a los que otrora engañaron con espejitos europeos, intercambiándolos por sus tesoros de arte y cultura.  Vuelven  los mismos, ahora fichas del capitalismo internacional, para intentar  la continuidad de la explotación de nuestros recursos naturales y perennes, a cambio de la destrucción inmisericorde de nuestro entorno vital y de un dinero efímero y mal pago.

Esa decorosa rebeldía de los ciudadanos, frente a la demencia de la locomotora que nos quieren imponer y frente al negocio abusivo y codicioso de la compañía mercantilista,  fue la más significativa demostración unitaria de la comunidad, ratificando que si es posible echar atrás un proyecto plagado de inconsistencias técnicas, y de profundos vacíos éticos y morales. Los representantes de los gobiernos locales, regionales y nacionales que todavía siguen perdidos en la promesa de “sueños americanos y nuevos países de las maravillas”, deberían tomar como ejemplo para sus vidas, como la población que ama la tierra, prefiere la soberanía a la venta de los recursos naturales; prefiere la salud de las generaciones futuras a la riqueza de unos accionistas acumuladores de riqueza; en últimas prefiere la Dignidad a la voracidad del capitalismo salvaje.

La contundencia de nuestros principios y  argumentos ha ido moldeando una actitud de respeto por parte de algunos funcionarios públicos, que se han dado  cuenta que no pueden  dudar ante la aplastante opinión mayoritaria y que el pueblo los acompañará en las decisiones valientes que les corresponde tomar. Las intervenciones de los defensores de los principios éticos de la vida, de la soberanía alimentaria, de los recursos naturales, del territorio indígena, de la tradición campesina, de los derechos fundamentales y colectivos, fueron un torrente de sabiduría humanística, de solidez que tiene los soportes técnicos, y fue un especial momento donde se reafirmó la integralidad en la concepción social de defensa de la vida, el  agua,  la soberanía y el territorio.

Para el Comité Ambiental en Defensa de la Vida el evento caracterizado como mesa ciudadana dejó algunos resultados:

  1. Los ciudadanos rechazamos la política minera del gobierno nacional. No deseamos la continuidad del proyecto la Colosa, ni la presencia de la Anglo Gold Ashanti ni de ninguna otra empresa minera en la región.
  2. La resistencia de los sectores sociales que tenemos dignidad y reclamamos de los demás respeto por la madre tierra, podemos potenciar la articulación y coordinación de esfuerzos para detener esa locomotora portadora de muerte.
  3. Es obligación del Estado habilitar escenarios de participación de la ciudadanía como lo es la Consulta Popular, para poder tomar la decisión de permitir o no la instalación de empresas extranjeras en la explotación de  riquezas naturales. Por lo mismo, desde ya deben prohibirse la financiación de proyectos y las campañas de publicidad encaminadas a comprar la conciencia y la voluntad de la gente y a viciar las decisiones libres. Autónomas  e independientes.
  4. En esta mesa ciudadana se oyó una sola voz, llena de la fuerza que tiene un pueblo valiente y grande, que no cesará en proyectar acciones que puedan detener un desventajoso negocio para los colombianos.
  5. Se confirma, por los mensajes cruzados en los celulares de los  directivos de la multinacional publicados por El Nuevo Día que la transnacional minera, estigmatiza y criminaliza a los  opositores de sus nefastos intereses, con lo cual pone en riesgo la vida, honra e integridad  de quienes legítimamente tenemos derecho a rechazar sus propuestas. Por lo mismo acompañamos los términos de la denuncia formulada por el Comité Ambiental y Campesino de Anaime y Cajamarca en su comunicado.
   

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