viernes, 8 de junio de 2012

"Ninguna actividad extractiva está exenta de riesgos, los cuales en una zona vulnerable representan una amenaza inminente..."

Es una de las conclusiones a la que llegaron los observadores de la Fundación Pachamama y el Centro de Derechos Económicos y Sociales, tras realizar una inspección en las zonas donde el pasado mes de mayo se produjeron dos derrames petroleros que afectaron los ríos Quehuiparo, Shiripuno, Cononaco y Tihuino que llegan hasta la Zona Intangible Tagaeri Taromenane (ZITT) dentro del Parque Nacional Yasuní (PNY).

Nos preguntamos: hasta cuando se nos seguirá afirmando que las empresas petroleras que operan en nuestra amazonía, utilizan tecnología de punta que reduce al mínimo los impactos ambientales provocados por la contaminación de esta actividad.

Nos preguntamos: cómo pueden afirmar esto si el instrumento regulador del Estado, MINISTERIO DEL AMBIENTE, ni siquiera posee la información necesaria sobre los derrames ocurridos en la zona.

Acaso no hemos aprendido nada de lo que se ha llamado el "mayor desastre ambiental" conocido como el "Caso Texaco", ocurrido también en nuestro territorio y que dejó miles de personas afectadas y hectáreas destruidas, hoy tiene que pagar cerca de US$ 18 mil millones para su reparación.

Descargue aquí el informe completo de los derrames

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