sábado, 27 de julio de 2013

Proyecto minero Angostura será investigado por auditor independiente del Banco Mundial

La decisión da la razón a denunciantes que afirman que la Corporación Financiera Internacional no evaluó adecuadamente los impactos ambientales y sociales del proyecto en Colombia
 
Washington/Bogotá/Ottawa. La Oficina del Asesor en Cumplimiento (CAO, por sus siglas en inglés), mecanismo de rendición de cuentas de la Corporación Financiera Internacional (CFI), realizará una auditoría a la compra de acciones de la CFI en Eco Oro Minerals (antes Greystar Resources Ltd.) por US$18.2 millones. Dicha empresa canadiense pretende ejecutar un proyecto minero de oro llamado Angostura en el páramo de Santurbán, ubicado entre los departamentos colombianos de Santander y Norte de Santander.
 
La decisión responde a la queja presentada en junio de 2012 por el Comité por la Defensa del Agua y el Páramo de Santurbán con apoyo de la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA), el Centro para el Derecho Ambiental Internacional (CIEL) y MiningWatch Canadá. Los peticionarios argumentaron que la inversión no cumplió con las políticas de sostenibilidad social y ambiental de la CFI, entidad parte del Grupo del Banco Mundial.
“Celebramos la decisión de la CAO de avanzar la queja a una auditoría. Esto se suma a nuestros argumentos sobre la inviabilidad de la mina Angostura en Santurbán”, sostuvo Miguel Ramos, abogado miembro del Comité. “Si la CAO concluye que el proyecto no está cumpliendo y no va a cumplir con sus estándares, la CFI debería vender sus acciones”. 
 
Los páramos, humedales de gran altitud, son fuente de agua dulce y refugio para especies endémicas y amenazadas como el oso de anteojos y el cóndor andino. Así lo reconoce incluso la CFI. Además son ecosistemas esenciales para la mitigación del cambio climático. Las normas colombianas e internacionales prohíben la minería en páramos. Por ello, en mayo de 2011, el Ministerio de Ambiente de ese país negó la licencia ambiental al proyecto, propuesto inicialmente como mina a cielo abierto y ahora como mina subterránea.
 
“Consideramos que una mina a cielo abierto o subterránea causaría daños irremediables a un ecosistema esencial para Colombia y para la región por su alta biodiversidad, su importancia para mitigar el cambio climático y por ser fuente de agua dulce para dos millones de personas. Por lo tanto y en cumplimiento de las normas, no debería implementarse”, indicó Astrid Puentes, co-directora ejecutiva de AIDA.
 
La investigación de la CAO se enfocará en conocer si la evaluación de los riesgos sociales y ambientales se realizó de manera adecuada, en especial de aquellos acumulativos y de largo plazo.
 
“La CFI invirtió para impulsar el sector minero en Colombia sin tener la información necesaria de los impactos, tanto del proyecto como del posible desarrollo de un distrito minero en la zona de Santurbán, una región que ha sido afectada por el conflicto armado y donde 70,000 hectáreas han sido concesionadas a varias empresas desde que Eco Oro llegó”, afirmó Jennifer Moore, coordinadora del Programa para América Latina de MiningWatch Canadá. “Esto demuestra que es una política irresponsable e inmanejable.”
 
La decisión de la CAO llega dos semanas después de otra similar, la de hacer una auditoría a una mina de cobre en Perú. En ese caso, la CFI compró acciones en un proyecto en etapa preliminar sin evaluar los impactos.
 
“Desde nuestra perspectiva, de continuar aceptando este tipo de inversiones, la CFI podría incumplir con sus estándares. Es un patrón sumamente preocupante”, manifestó Kristen Genovese, abogada de CIEL.
 
Las organizaciones que presentaron la queja esperan que el resultado de la investigación que realizará la CAO sea comprehensivo y que cuestione en profundidad la política actual de la CFI de impulsar la minería a gran escala a través de la compra de acciones en empresas mineras de exploración llamadas ‘junior’.  
 
 
Vea la versión en PDF del informe de la CAO (sólo en inglés).
Consulta la traducción no oficial a español del resumen del informe. 
Para más información sobre Angostura visite la página del caso.
 
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La Silla Vacía
Julio 4 de 2013

Que el proyecto aurífero de Eco Oro en Santurbán vaya o no depende en estos momentos del resultado de la delimitación del páramo santandereano a una escala de 1 a 25 mil. Pero ahora podría enfrentarse a otro problema, ya que la Corporación Financiera Internacional -el brazo del sector privado del Banco Mundial y accionista de la minera- decidió hacerle una auditoría a su participación como inversionista en la empresa, antiguamente conocida como Greystar.
El brazo del Banco Mundial tomó la decisión de hacer la auditoría tras examinar una queja que presentó el Comité por la Defensa del Agua y el Páramo de Santurbán -apoyada por la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA), el Centro para el Derecho Ambiental Internacional (CIEL) y MiningWatch Canadá- aduciendo que la inversión de la CFI en la compañía no cumplió con las políticas de sostenibilidad social y ambiental de la organización internacional.
La CFI invirtió 18 millones de dólares en Eco Oro, en la época en que aún era Greystar, que debían serutilizados para financiar un estudio de viabilidad financiera, el estudio de impacto ambiental (EIA) y algunas obras de la fase de exploración.
El proyecto de la minera en Angostura está situado muy cerca del páramo, por lo que la oficina auditora de la CFI deberá resolver si hubo una adecuada evaluación de los riesgos sociales y ambientales antes de que se hiciera la inversión. De concluir esta oficina independiente de veeduría de la CFI que el proyecto no cumple los estándares, el Grupo del Banco Mundial deberá vender sus acciones.
Hace dos semanas, esta misma oficina decidió abrir una auditoría similar de una mina de cobre en Perú, donde la CFI también figura como accionista.

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