En: Diagonal Web
Entrevista del periódico Diagonal a Gearóid Ó Loingsigh, autor de varios estudios sobre los efectos de la minería en Colombia.
Suárez, un municipio de 20.000 habitantes del departamento del Cauca, al sur* de Colombia, es uno de los territorios más afectados por la explotación de oro en Latinoamérica. Sufre las consecuencias sociales y medioambientales provocadas por las transnacionales. Su población, mayoritariamente comunidades afrodescendientes, han vivido de la extracción tradicional de oro durante 400 años.
Desde hace varias décadas sus habitantes se resisten a la presencia de lasmultinacionales en su territorio. Entre 2002 y 2010 el Gobierno de Álvaro Uribe entregó más de 7.500 títulos de exploración a empresas mineras del país y, sobre todo, a multinacionales. Esa política ha continuado con Juan Manuel Santos. Fue entre los años 1994 a 1998, con el Gobierno del empresario minero Ernesto Samper, cuando se fue esbozando lo que hoy es el Código Minero. Entonces, la Corte Constitucional rechazó el código pero finalmente se aprobó bajo el mandato de Andrés Pastrana (1998-2002), también con intereses en laminería.
Gearóid Ó Loingsigh, investigador y autor de Una mirada desde el sur, que ha llevado a cabo varios estudios sobre la minería en Colombia, explica a DIAGONAL qué efectos tiene en Suárez la extracción de oro a cielo abierto.
DIAGONAL: ¿Cuál es la situación en Suárez a causa de la minería?
GEARÓID Ó LOINGSIGH: Suárez es un lugar minero tradicional, poblado en su mayoría por comunidades afrodescendientes que se dedican a la explotaciónminera artesanal.
En este municipio se ha comprobado la gran concentración de oro en sus minas. Suárez y Buenos Aires [municipio vecino del primero] son los máximos productores de oro en el departamento del Cauca, quinto productor de oro en Colombia. Las compañías destacadas allí son la sudafricana AngloGold Ashanti y la canadiense Cosigor.
D.: ¿Qué trámites siguen las transnacionales para explotar el oro?
G.L.: El primer paso es la concesión de títulos de exploración. Para ello, envían a los geólogos que recogenmuestras del tipo de oro que hay, así como la concentración de este metal en la mina. Después las empresas presentan un proyecto de impacto ambiental para conseguir la concesión de explotación. Es un trabajo largo en el tiempo. Aunque la Organización Internacional del Trabajo en su artículo 169 obliga a consultar a las comunidades indígenas por explotar sus tierras, en Colombia la consulta no es vinculante.
D.: ¿Qué impacto ambiental tienen las minas de oro a cielo abierto en Suárez?
G.L.: Tras la llegada de las multinacionales el impacto es alto. Necesitan ocupar gran parte del territorio para instalar las bodegas, para albergar el equipo, el cianuro que contamina las aguas, etc. Además, levantan grandes campamentos para lamaquinaria y el alojamiento de los trabajadores. Las dimensiones de unamina de oro pueden llegar a medir un kilómetro de diámetro por otro de profundidad.
El aumento del polvo en suspensión en el aire es más que notable. Provoca enfermedades respiratorias agudas que pueden ser mortales para los niños. El derrame de cianuro en la zona, que contamina las aguas subterráneas y los escapes de gases tóxicos como consecuencia de la extracción es uno de los efectosmás graves. Además, se necesita gran cantidad de agua para la extracción: el promedio del que informa la AngloGold Ashanti en sus informes es de unos 12 metros cúbicos por cada onza troy [medida que se utiliza para metales preciosos] de oro producida (31.101 gramos). Así, una mina puede estar consumiendo entre siete y diez millones de metros cúbicos por año.
D.: A pesar de eso, ¿las empresas que operan en Suárez pueden conseguir las licencias de explotación?
G.L.: Sí. En Suárez hay parques naturales, sitios sagrados que la legislación protege contra la extracción pero en toda la región del Cauca hay cerca de mil concesiones de exploración.
D.: ¿Qué efectos económicos tiene en la población?
G.L.: La minería de oro, la artesanal, es la primera fuente de ingresos de los habitantes de Suárez. Las comunidades, en este caso la afrodescendiente, son las que más trabajan en la minería. Esa pequeña minería, artesanal, da riqueza. Ahora estos trabajadores y trabajadoras van a perder su medio de vida y el desplazamiento de la población será todavía más acusado, tendrán que irse a vivir a otros lugares, a grandes ciudades como Cali y Popayán, la capital del Cauca.
Algunos estudios, incluso los del propio Banco Mundial, reconocen que estas empresasmineras no dejan la riqueza del oro allí. El oro se explota y se exporta a EE UU, Europa e India donde adquiere valor en la industria joyera. Los países productores son pobres y la extracción del oro aumenta su miseria.
Multitud de comunidades están en contra de la explotación del oro, consideran que es una riqueza falsa porque tienen que pensar en una alternativa a su economía cuando este metal se acabe.
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